Higiene global para el desarrollo personal
La higiene global comporta una serie de hábitos físicos, energéticos, mentales y emocionales. Unos hábitos saludables nos permiten acceder a un estilo de vida más equilibrado y más sano. El desarrollo personal requiere una constancia y una mayor conciencia de nuestros actos. Para conseguir una higiene en el plano físico y energético debemos estar más presentes a nuestro cuerpo; respeto por un ritmo adecuado, equilibrio entre acción y descanso, una alimentación saludable y realizar ejercicio diario. En el plano mental debemos cuidar nuestros pensamientos. Los mensajes con los que nos dirigimos a nosotros y a los demás. Cuidar la actitud con la que afrontamos la vida. El optimismo, la voluntad, cortar los pensamientos negativos, son herramientas fundamentales para crear una higiene mental saludable. En el plano emocional, está relacionada con el buen humor, las ganas de vivir, expresar nuestras emociones y fomentar las emociones positivas.
La higiene global tiene que ver con el equilibrio de todos estos planos. No olvidando ninguno de ellos e intentando desarrollarnos teniendo a todos en cuenta. La constancia en esto desarrolla e impulsa el crecimiento personal exponencialmente.